Especial de lalupadelsur.com
Barahona.- En el lenguaje coloquial o campesino las familias suelen decir que una mujer de un paso no es mala, es decir, aquellas que no encontró lo que buscaban en su primer matrimonio y se une a otra pareja en busca de estabilidad.

El municipio más importante de esta provincia y de las otras tres que conforman la Región Enriquillo, cifraron sus esperanza en un «cambio en el gobierno de la ciudad”, pero cuando se cumplen los primeros cien días de que Mictor Emilio Fernández de la Cruz fue juramentado alcalde poco ha cambiado.

Mientras el alcalde Fernández de la Cruz, quien es muy activo en las redes sociales, sobre todo, en Facebook, promoviendo el concepto de “nueva Alcaldía”, por el otro lado siguen los mismos problemas que heredó la ciudad de la pasada administración de 18 años y que mínimamente no resuelve el ejecutivo municipal.
Precisamente a través de las redes sociales que acogen todo “tipo” de comentarios sin detenerse a reparar en lo que se dice, al síndico se le pide “arrancar” y dar muestras fehacientes de que tiene real voluntad de trabajar por el desarrollo social, económico, así como ambiental de Santa Cruz de Barahona.

“Al final todo parece sigue igual” y no se observan aptitudes para hacer que este municipio, por muchos años llamado “Capital de la Belleza”, se le haga honor a ese nombre, atendiendo los temas que le son puntuales para resolver situaciones heredadas de la pasada gestión de casi 20 años en la administración de gobierno local.
En sus primeros cien días de gestión el alcalde Fernández de la Cruz, no ha dicho de manera clara cómo resolverá el tema de contaminación del mercado municipal, en donde prevalecen las mismas condiciones anteriores: insalubridad, venta de los productos en el suelo, cumulo de basura en descomposición y caos general en la plaza pública.

Durante la campaña Fernández de la Cruz, prometió a los 47,039 electores rescindir el contrato con Aseos Municipales y reasumir la municipalidad la responsabilidad de recoger los desperdicios, pero al parecer el síndico “olvidó” esa promesa.
Además, ahora la basura se recoge en grandes camiones a “cielo abierto”, provocando contaminación, las aceras siguen ocupadas, siguen los improvisados mercados en calles y avenidas de la ciudad, se observan vertederos no regulados por la sindicatura, mientras la entrada de la ciudad luce un aspecto rural, como resultado de un entorno poco agradable a la vista.
Casi en su totalidad las ceras están rotas o inservibles, el tráfico es un caos y el desorden es la norma en la principal arteria comercial de la ciudad, así como en la zona de mayor movilidad social: el malecón de esta ciudad, que no son cosas nuevas, pero que no se atendieron en los cien días que cumpliría este martes como alcalde de Santa Cruz de Barahona el síndico Mictor Emilio Fernández de la Cruz.
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