Santo Domingo. Desde la década de los años 60, la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD) ha sido escenario de constantes protestas por diferentes
razones. Sus motivos principales eran necesidades propias de la
academia, como un mayor presupuesto, más aulas, al igual que una mayor
cantidad de profesores, equipamiento de laboratorios y cosas por el
estilo. Así transcurrieron los años en la institución.
Pero en las
últimas semanas se han escenificando violentos disturbios en el campus
cuyos propósitos se desconocen, al igual que quienes están detrás de
ellos. Ahora, el día más normal en la UASD se transforma en uno
violento, donde predomina la inseguridad y un caos que pone en peligro
al estudiantado y al personal de la academia, al igual que a las
personas que residen en su entorno.
Ante este panorama, sectores de la universidad y la propia sociedad se preguntan quién o quiénes están detrás de estas manifestaciones y qué buscan. Pero las respuestas a las interrogantes no son nada fácil de obtener, pues entran en juego acusaciones a sectores fuera de la universidad, como las universidades privadas, las cuales supuestamente estarían pagando por los ataques a la academia, algo de lo cual no poseen pruebas. También se acusan a las propias autoridades y a sectores interesados en “tumbar al rector”.
Encapuchados son llevados en camiones
El “modus operandi” de los disturbios se repite constantemente. De un momento a otro llegan personas encapuchadas al campus y tras posicionarse en lugares estratégicos, como las puertas principales, comienza el enfrentamiento. Algunos estudiantes y autoridades de la academia sostienen que han visto como éstos son llevados al lugar en camiones. Ya ahí empieza la acción con quemas de neumáticos, pedreas a vehículos y hasta amenazas a estudiantes que han tratado de salir del lugar. Una estudiante, que pidió reserva de su nombre, narró que fue empujada violentamente por uno de los individuos hacia dentro de la Facultad de Humanidades para que no saliera del lugar.
A seguidas el tránsito se trastorna y los conductores que circulan por el sector (Zona Universitaria) tienen que cambiar su ruta por temor a resultar dañados o heridos, lo que ha pasado en algunas ocasiones. Posteriormente llegan efectivos de la Policía y de la Autoridad Metropolitana del Transporte (Amet) a imponer el orden. Ahí, entonces, inicia otro tipo de enfrentamiento más violento y es entre los policías y los encapuchados en un intercambio de piedras, gases lacrimógenos y hasta disparos.
En la manifestación del jueves 17 de noviembre, un miembro de seguridad del centro, así como un raso de la Policía resultaron heridos de bala. Ese día, al igual que el anterior, desde la mañana comenzaron los disturbios. Minutos después, José Manuel Peña recibió el impacto en la espalda cuando iba a cerrar una de las puertas de la universidad.
El nombre del agente es Jorge Luis Reyes. En esa semana hubo tres días consecutivos de manifestaciones, aunque solo uno de ellos la docencia fue suspendida.
Teoría de la conspiración
Iván Grullón, rector de la academia, entiende que “sectores ajenos a la academia e internos” han estado auspiciando estos disturbios y que pagan a los que los ejecutan.
Piensa que esos grupos han aprovechado la coyuntura que desde hacía un tiempo ejecutaba la UASD para reclamar al Gobierno un mayor presupuesto. “El rector tiene la responsabilidad de cuidar a los universitarios, a los estudiantes y a los propios encapuchados, porque yo les caí atrás y yo lo digo son unos infelices que están pagados, gente muy desvalida que hay en este país propensa a delinquir, porque una persona joven que le ofrecen cinco mil o siete mil pesos tiene la tentación de encapucharse y tirar tres piedras”, adujo. “No hemos podido identificar a los encapuchados, nos han dado información de que los desmontan aquí ya encapuchados y realmente estamos en investigación”, dijo a elCaribe.
Sobre los sectores internos que dijo creer que están en el vandalismo señaló que tienen como propósito hacer fracasar su gestión. “Aquí hay personas, algunas personalidades que, pescando en río revuelto, están planteando destituir al rector, darle un golpe de Estado”, afirmó.
Asodemu culpa a universidades privadas
La teoría del rector de que sectores ajenos a la UASD son los responsables de los disturbios es apoyada por la Asociación de Empleados Universitarios -Asodemu-. Pero la presidenta del gremio, Mary Placencia, va más allá y acusa a las universidades privadas del país de aupar los actos violentos en el centro.
“Nosotros entendemos que esto es una componenda para desacreditar la universidad, la que le da educación gratuita a los hijos de los pobres. Las universidades privadas, que todo el mundo sabe lo que cuesta un crédito en ellas, tienen su interés marcado en que esta universidad desaparezca porque la educación privada es un buen negocio y la materia prima son los estudiantes, que en la gran mayoría (65 y b70%) está en la UASD. Entonces nosotros entendemos que esas manifestaciones podrían venir de fuera, podrían ser pagadas porque hemos visto como han venido personas de otros barrios con piedras a hacer desórdenes”, planteó.
FED cree que detrás están las autoridades y partidos políticos
La teoría de que “sectores externos e internos” están detrás de las manifestaciones en la UASD es apoyada por la Federación Dominicana de Estudiantes (FED). “Hay sectores, tanto internos como externos, que quieren que la universidad la cierren, la privaticen y no puede ser”, adujo Ambiorix Rosario, presidente del gremio. Al preguntársele cuáles son esos sectores, su respuesta fue la siguiente: “Partidos políticos y las mismas autoridades”.
Protesta contra las protestas
La situación llevó el 19 de noviembre a profesores, estudiantes y empleados a realizar una protesta pacífica en la explanada del Alma Mater. Vestidos de negro y con el lema “basta ya”, el grupo expresó estar cansado de los disturbios, los que le provoca además de inseguridad pérdida de tiempo y dinero.
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