Tratando de responder a una protesta global por el escándalo del abuso, Francisco citó las medidas tomadas por su predecesor, el papa Benedicto XVI, para responder a la crisis, pero Benedicto nunca reconoció el papel del Vaticano en la promoción de una cultura de encubrimiento.
Francisco no dio nuevos detalles de las medidas que podría tomar para sancionar a los obispos que no protegieron a sus rebaños.”El hecho de que las autoridades eclesiásticas _obispos, superiores religiosos, sacerdotes y otros_ no hayan abordado adecuadamente estos delitos repugnantes ha provocado, con razón, indignación y sigue siendo una fuente de dolor y vergüenza para la comunidad católica.
Yo mismo comparto estos sentimientos”, dijo el papa en un discurso ante el gobierno y las autoridades civiles en el Castillo de Dublín.
Apartándose de la lectura de su discurso, Francisco dijo que estaba empeñado en librar a la Iglesia de este “flagelo”, sin importar el costo moral o la magnitud del sufrimiento que provoque.
El viaje de Francisco se ha visto eclipsado por una renovada indignación contra las fallas estructurales de la Iglesia católica a la hora de proteger a los niños o al castigar a los obispos que solaparon delitos, después de nuevas revelaciones en Estados Unidos, una crisis en curso en Chile y los procesos a jerarcas en Australia y Francia.
Fuenteelcaribe.com.do
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