En la década del 80 y principio del 90, “El
Bronco” libraba fieros combates sobre el cuadrilátero, pero hoy, desde
una prisión, ahora lucha contra una acusación de narcotráfico de la que
jura es inocente.
Muy pocos lo relacionan con su nombre de pila,
César Madé Valdez, pero muchos sí saben quién es el “Bronco Mayor”, en
particular aquella generación que vivió y disfrutó el espectáculo de la
lucha libre que protagonizaron Jack Veneno y Relámpago Hernández
(fallecido).
De poner a vibrar a multitudes con su
característico personaje en la pareja de luchadores los “Hermanos
Broncos”, Madé Valdez hoy atraviesa por el que ha sido el peor momento
de su vida, y para decirlo con sus propias palabras, porque le han
afectado su “honra, su reputación y dignidad”, condiciones que dijo
defenderá hasta el último soplo de vida.
Los hechos
El viacrucis comenzó hace cuatro años, en 2010,
cuando junto a sus hijos regresaba desde su natal, La Mata de Farfán, en
las primeras horas de la mañana del sábado 3 de julio.
Conduciendo uniformado de capitán de la Policía,
su otra ocupación de entonces, el vehículo de Madé Valdez colisionó con
una jeepeta que ya antes le había rebasado de manera temeraria, en el
tramo Azua-Baní.
Con el propósito de llegar temprano a la capital,
para que uno de sus hijos alcanzara las prácticas de béisbol que debía
recibir a las 8:00 de la mañana de ese día, Madé apresuró la velocidad y
cuando le cruzaba a la jeepeta de la colisión se abrió una puerta de
ese vehículo, del que afirma lanzaron un saco.
“Cuando arrojan el saco yo le di con la parte
derecha de mi carro y por la alta velocidad en que transitaba mi
vehículo se levantó y dio dos vueltas, me llevé un letrero de encuentro y
fui a estrellarme contra un árbol”, narra.
En actitud de auxilio llegó un motorista de la
zona con el que pudo trasladar al hospital más cercano a uno de sus
hijos que resultó severamente lesionado en el accidente.
Desde el hospital, cuenta Madé, regresó a la
escena del accidente, donde encuentra a agentes de la Policía que lo
esperan con la información de que el saco que habría sido lanzado desde
la jeepeta desconocida, contenía marihuana.
Lo conducen detenido al cuartel general de la
Policía en Baní, donde asegura que sin investigar ni profundizar en el
caso, lo responsabilizaron de la droga ocupada, le elaboraron un
expediente y le hicieron un juicio en el que los únicos que testificaron
fueron dos policías que llegaron a la escena, posterior al accidente.
Dijo que a pesar de que uno de los policías se
retractó, sin investigar ni llevar de testigo al motorista que lo
auxilió y sin rastrear la jeepeta con la que colisionó, fue condenado a
15 años de prisión.
“Uno de los dos policías que pusieron de testigos
en mi contra le dijo a los jueces y a todos los presentes en la sala,
que realmente yo estaba preso injustamente, que ellos habían dado
declaraciones falsas en mi contra”, recordó.
Perseverante por demostrar su inocencia, logró un
segundo juicio en el que le redujeron la pena a 8 años, de los cuales
ya lleva la mitad cumplida, por lo que puede optar por la libertad
condicional, pero rehúsa este recurso ya que estaría admitiendo un hecho
que afirma no cometió.
Actualmente, Madé hace un nuevo intento y por vía
de sus abogados ha sometido por ante la Suprema Corte de Justicia (SCJ)
un recurso de revisión de su caso, sobre el cual decidirá la Sala Penal
de ese máximo tribunal, que dirige Miriam Germán Brito.
Madé da todo por nada, que si la justicia accede a
revisar su caso puede demostrar, con documentos y argumentos, que no es
culpable de la acusación que se le ha hecho por la que ha sido
condenado.
“Se supone que si voy en un vehículo cargado de
droga, como me hicieron el lío, yo no vuelvo al lugar del accidente,
pero cuando regresé encuentro a un oficial de la Policía indagando sobre
el accidente, a quien yo mismo le dije que debíamos ir a la dotación
policial para yo reportar el accidente y gestionar una grúa para
remolcar el vehículo. Así no actúa una persona que lleve consigo
drogas”, dice para agregar: “Como que yo soy un loco que me estaba
metiendo preso, yo sabiendo las consecuencias de eso”.
Se lamenta que quienes hicieron que fuera
encerrado en prisión sin investigar su caso, le malograron también su
carrera policial, ya que al momento de los hechos estaba esperando el
ascenso para el rango de mayor.
En la entrevista exclusiva para El Nuevo Diario,
Madé acusa de la alegada trama en su contra al entonces coronel de la
Policía (hoy retirado), Miguel Ángel Méndez Moquete, y al que para la
ocasión se desempeñaba como fiscal de Baní, José Miguel Cuevas Paulino,
quien posteriormente pasó a desempeñar las mismas funciones en San José
de Ocoa.
“Ese día, delante de mí y en presencia del fiscal,
los agentes de la DNCD se estaban repartiendo la droga. Incluso, tengo
en mi poder un documento donde dice que un oficial que apresó a un
primer teniente con marihuana, también me la pusieron a mí”, asegura.
Dijo no explicarse las razones por las que lo han
llevado tras las rejas por todos estos años, pero tratando de encontrar
una respuesta lo resume así: “En el país hay gente que para justificar
su trabajo no importa que tengan que hacerle daño a alguien, para decir
que están trabajando”.
“Ahí hay algo que no está bien. Cuando a ti te
mandan a un nuevo juicio es porque la justicia considera que en el
primero hubo alguna irregularidad para aplicar la verdadera justicia”,
señala.
Recuerda que los dos testigos que la Policía llevó
al juicio entraron en contradicción “y eso no se tomó en cuenta
conmigo, a pesar de que el Código Penal es claro en ese sentido.”
“Estoy solicitando, a través de este medio, una
revisión de mi caso porque no puedo salir de aquí (de la cárcel) con una
condena de algo que yo no cometí. Llevo cuatro años preso injustamente y
no me puedo ir con una condena encima, aceptando una condena de algo
que yo no he hecho”, implora.
“Yo quiero luchar hasta llegar a un juico sano y
serio y yo quiero limpiar mi imagen. Yo tengo a mucha gente afuera a la
que le tengo que responder, por eso siempre me cuidé de no encontrar por
o tal problema”, añadió.
0 Comentarios